A las 10h vamos a recepción a hacer el check-out y dejar las mochilas hasta la noche, sorpresa!! es la 1º vez que no nos dicen que no para dejar las mochilas, que estupido el hombre, nada que ver con el recepcionista que está por las tardes. Le decimos que no vamos a recomendar para nada a nuestros amigos este hotel y que desde luego después de haber reservado los billetes con ellos(que se llevan siempre una buena comisión) y darnos una habitación mediocre con agua fría, españoles no van a volver a ver por aquí.
Para no andar todo el dia con las mochilas arriba y abajo optamos por dejarlas en la consigna de la estación de tren (10rps).
Cojemos un rickshaw que nos lleve hasta allí y las dejamos para estar libres de peso hasta la noche cuando volvamos.
Hoy hay que aprovechar para visitar lo que nos queda por ver de la ciudad.
Otro rickshaw hasta Dada Hari, las tumbas y el cercano pozo de Mata Bhavani, ahora casi seco.
Un amable abuelito que vigila la mezquita, ahora en reformas nos acompaña explicandonos toda la historia del lugar y las tumbas.
Nos enseña su colección de billetes de todo el mundo, tiene una colección increible y previa propina nos despedimos de él.
Nuestro rickshaw nos espera tal y como le hemos dicho ya que la zona esta un poco apartada y seria difícil encontrar otro, eso si previo acuerdo monetario de la ruta.
Luego nos dirijimos hasta Embassy Market, vemos la mezquita de Sidi Saiyad, el templo de Swaminarayan y parada técnica para comer algo y reponernos.
Hoy no hemos parado ni un solo momento, aprovechado hasta el último momento en el que regresamos a la estación con 1.30h de tiempo para recuperar el equipaje, confirmar los asientos (nos dan los 3 separados en diferentes vagones) y hacer un tchai.
El tren llega puntual a las 23h, busco mi vagón y mi sleeper y directa a dormir después del agotador día...mañana será un nuevo día y una nueva ciudad, Udaipur.
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